miércoles, 10 de septiembre de 2014

Glosario II




Ábside:
Parte de una iglesia, comúnmente de planta semicircular, que sobresale en la fachada posterior; originalmente se orientaba a Levante.




Del latín (absis, absidis), que evolucionó fonéticamente del griego (apsis, apsidos), y cuyo significado es arco o bóveda.

Se podría decir que el ábside es la evolución arquitectónica de las hornacinas que los romanos construían en sus templos o de las llamadas exedras que se construían en las basílicas. Ambas cumplían con la función de recoger algo de importancia, ya fuesen las esculturas de los dioses o un magistrado o alto cargo.

La historia nos cuenta que los primeros cristianos (paleocristianos), realizaron las primeras celebraciones en estas basílicas que luego imitarían para crear sus primeros templos, dándoles incluso el mismo nombre. Copiando también este pequeño espacio que no solo no se perdería, si no que se convertiría en una parte fundamental durante al menos catorce siglos, es decir, hasta el Renacimiento.

En la definición, tomada del Diccionario manual ilustrado de arquitectura(1), se dice que lo más habitual es que la planta de los ábsides sea semicircular, pero no únicamente se construían así. De hecho se encuentran múltiples ejemplos de ábsides rectangulares o poligonales, lo cual suele verse traducido en el exterior de la cabecera. Otra opción, que no suele apreciarse exteriormente es el ábside de herradura.

Diferentes tipos de ábside.

Por lo general el número de ábsides suele ser impar (Uno, tres, cinco...más es extraño). 

Con el auge del cristinanismo y la aparición de las reliquias, muchos templos se vieron obligados a multiplicar los ábsides. Primeramente la solución fue añadir absidiolos al principal, quedando como pequeñas hornacinas o nichos (también llamados ábsides radiales o corona de capillas) en el mismo. 

La siguiente solución sería aumentar el templo, añadiendo naves laterales, lo cual permitía construir más ábsides y, tras esto, la aparición del crucero.

Los templos de cruz latina, alargada la nave o naves del crucero, surge más espacio para más ábsides y por lo tanto capillas, se podría llegar incluso hasta cubrirse todos los muros de los brazos.


El deseo de los fieles por aproximarse a venerar las reliquias, propició la creación de la girola o deambulatorio en el ábside central o principal. Se trata de un pasillo en torno a la capilla mayor que permite el paso a las reliquias sin interrumpir el culto principal. Este tipo de templo se denomina también de peregrinación.

Diferentes tipos de ampliación para ábsides en los 
brazos del crucero girola con corona de capillas.


1.- WARE, D. y BEATTY, B. Diccionario manual ilustrado de arquitectura. Editorial Gustavo Gili, Barcelona 2012.

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